Quebranto

Triste y desolado como las aves de la montaña. 
Vagó en el camino delirando entre las rosas. Poco poco conforme a mis pasos, mis huellas marcan el peso de mi angustia, la luna solo ilumina mi rostro sin mirar mis pensamientos destrozados por las olas. Arena, agua, sol y aire. En medio de una playa, solitario y cansado. 
Deseo llegar al fondo del océano y morir entre corales. Los peces, los caballos de mar o las algas se apiaden de mí y me lleven nuevamente a la orilla de mis sufrimientos.

Ausencia

 Los poetas solitarios de las calles iluminan en las noches la ciudad, mientras las luciérnagas prenden y apagan al son del canto de los búhos.

Es aquí Donde el poeta clama en esa hora la belleza natural. Perturbado por el ruido exagerado de una  vieja construcción.

Los gatos saltan de techo en techo en cacería.

Un poema sin terminar se diluye en charco de sangre, cuando un lápiz quebrado rueda por el piso frio, donde algo oscuro sucedió.

Conocerte fue para mí abrir los ojos al amor

Los chocolates que me distes con tus  besos desbloqueaban las papilas de mi lengua.

Cada mañana, despertaba con ideas de conquista, y contaba a boca cerrada al universo que tu presencia invadía  mi espacio.

Fue así como decidí acercarme a tu vida y tus ojos me decían paso a paso que hacer  con  lo que pensabas sobre mí.

Estaba enamorado, y a pesar de que las nubes empapaban mi ropaje, decidí continuar  sereno en el camino, metido en el rostro más lindo que fije en mi pensamiento, de  la primera de  vez  que me sonreíste.

Pensar que algún día aceptara la tierra al sol,

Sin importar los daños que causara el unir nuestros lazos.

Era un torpe ante tu aroma; los buses me pitaban al cruzar distraído por las calles, pasaban años en mi mente el volverte a ver y cuando estaba frente a ti mis ideas titubeaban y decía barbaridades

 ! Era un loco enamorado ¡

OTRA NOCHE

En acantilados busco el pequeño sorbo de tus besos.

Las sabanas rojas, destilaban el momento que pasamos aquella noche.

Es dicha que a pesar de mis desgracias, te asomes en mi puerta a pedirme un poco de caricias entre almohadas, un poco de calor se siente en mi cabeza y mis manos se deslizan en las riquezas de tu cuerpo.

Inicio por fin la luna a contemplar nuestros roses amorosos y cansada de mirarnos se desvanece en la mañana, donde tú y yo amanecimos satisfechos 

provervio

no dejes que tu mente divague en el pensamiento 
de aquí nace el ego de la perversidad

ya todo termino

Era apenas una niña de 9 años cuando mis padres se iban a trabajar y me dejaban en casa del  desgraciado de mi padrino, era un cerdo, se aprovechaba de mí mientras dormía. Un día me desperté con esa bestia desnuda encima de mí. Trate de gritar pero me tapo la boca. Me dijo que no lo hiciera que íbamos a pasear a la ciudad de hierro  y me iba a comprar unas muñecas y que si les contaba a mis padres lo que había hecho me castigaba cuando nos quedáramos solos. Me dio mucho miedo y pensé que de pronto me fueran  a creer, ya que le tenían muchísima confianza y no esperaba algo así de su compadre.

Paso el tiempo, cumplí 12 los abusos eran más frecuentes me manoseaba las partes intimas y se divertía besuqueándome como un perro; era un desquiciado. A veces había deseado no haber nacido, mi vida era n infierno me chantajeaba, me ofrecía dinero a cambio de mi silencio, yo nunca se lo recibí. Entonces me di cuenta que se valía de que a mis padres les iba mal en el trabajo y les daba dinero para que me compraran todo lo que necesitara. No entiendo como no se dieron cuenta de lo que sucedía y del porque se preocupaba mucho por mi aunque era de esperarse era mi padrino. A los 17 años, decidí vengarme, con  la ayuda de mildre mi mejor amiga  lo planeamos todo.

Un día me invito a salir, me negué diciéndole que tenía muchas tareas y que si quería, el sábado con mucho gusto. Yo sabía que era el día pulcro para  castigarlo  por su insolencia. Más tarde me encontré con Mildre´ en el colegio y le conté que el plan iba bien que ya había caído en la jaula; perfecto exclamo ella mi hermano José no trabaja ni el viernes ni el sábado.

Llego por fin el momento esperado, mi padrino me fue a buscar al parque donde acordamos encontrarnos, nos sentamos en una banca de madera y empezamos a decidir. Me encontraba muy nerviosa, la brisa alborotaba mi pelo mientras la arena que arrastraba acariciaba mis piernas descubiertas. Decidimos partir de ese lugar en un taxi y nos dirigimos a un motel, cuando entramos en la habitación se tomo un trago de whisky cortesía de la  hostería y me dijo que me pusiera cómoda, mientras él se desnudaba  comenzó recordar todo lo que me había hecho y dijo que por fin había llegado el momento que el tanto esperaba. No solté mi bolso por ningún motivo,  me desnude y me subí a la cama envuelta en las  sabanas, estaba sudando a pesar del aire acondicionado, cuando se hecho sobre mi llegaron muchos recuerdos del pasado eran muy horribles, cerré los ojos  y lo deje que se diera un poco más, cuando me dio la oportunidad saque el arma por debajo de las sabanas. Como pude levante su cuerpo, me lo quite de encima, me vestí pero antes de salir agredí su cuerpo ya muerto  afuera estaba mildre esperándome en un taxi. Me abrazo fuertemente descargando en ella todo el susto con sus halagos,  me dijo ya todo ha terminado. Le entregue el bolso en el cual estaba el arma homicida con su contenido y nos fuimos para la casa. Al día siguiente llego la noticia de que lo habían encontrado muerto en la habitación de un motel y que no encontraron rastros de su agresor y que iban adelantar las investigaciones para dar con la identificación y su  paradero. 

El día del velorio, todos se dirigían hacia mí a darme el sentido pésame, mientras yo con una mirada y un rostro de victoria festejaba su muerte. Para cerrar con broche de oro el hombre estaba tan enfermo que escribió en su testamento: todos mis bienes materiales una vez yo muera quedaran a nombre mi querida y mas preciada Adelin santana, ya que en ella encontré el amor de una hija que nunca tuve.

                                                                                                                                                                                   

olvido

en las noches pienso en ti y en tu mirada,

cada palabra,  cada beso, se desvanecieron aquel  día en que  nos separamos

pero el pensamiento y mi corazón te piden a gritos en mi vida

¿donde nos conocimos ?

quizás en las montañas o en lugares oscuros 

pero se que este sueño no lo olvidare jamas.