Te vas el lunes, exclamó el doctor.
Pero ese día amanecí peor
Pero ese día amanecí peor
La quimioterapia produjo una diarrea severa
De 45 bajé a 32 en menos de una semana parecía un esqueleto
No veía la hora ni el día para que me dieran de alta.
Un trombo en mi brazo izquierdo
Síntomas de pulmonía
Una gastritis incurable
Derrame de sangre por las encías
Dolores de cabeza que igualaban a Jesucristo
Finalmente se me perforaron los tímpanos deteriorando mi audición
Todo esto padecí yo por una leucemia
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